Se busca
Se busca un alma barata
de alquiler. Que esté en oferta.
Se busca corazón.
Lágrimas para
llenar los ojos. Un cuenco de suspiros.
Se busca alguien
que ría honestamente. Requisito obligado:
Se busca amor.
Se busca un
bolsillo remendado. Quizás pequeño.
Polvo de hadas
con el que poder volar.
Un conejo con una
madriguera y un reloj.
Un camino
amarillo… ¿Y por qué no?
Se busca también
un sueño que soñar.
Se busca droga,
real, no la inventada.
Una que de verdad
te haga feliz.
Se busca una
máscara mejor para esconderse.
Se busca un
verde, o dos, o tres. O mil.
Se busca una
razón.
Se busca
arsénico, pues los balazos duelen.
Se buscan otras
manos y otros pies.
Quizás otro
cuerpo. Sería el monto entero.
Una ganga que
además incluya olvido.
Se busca amnesia.
Claro de luna.
Sudor de complacencia
Y teclas que se
aporrean sin cesar.
Mil y una
palabras que corren un silencio
Preñado de
secretos sin gritar.
Se busca Dios.
Profecía
El volverá.
Aquel crucificado
Quizás como el
mendigo o el dictador
Los clavos en sus
manos no relucen
Y sus espinas el
tiempo ya secó.
El volverá.
¿Lo reconocerías?
Tú, que abogas en
su nombre cada vez
Sea con rostro de
infante o pelo cano
¿Cuándo lo veas,
te anunciará tu fe?
El volverá.
Quizás, ya esté
en camino.
Andando sobre
lavas de un volcán
Si es que en el
agua ya no es tan portentoso
¿De qué otro modo
lo puede demostrar?
El volverá.
Es tiempo de
seguirlo
A donde bombas
estallan sin cesar
A alguna sala de
agujas prohibidas
A donde hay niños
ya mudos de llorar.
El volverá.
Es lo que todos
dicen.
Quizás mañana, o
en una eternidad.
Cuando regrese,
iluso y escondido
Tal vez
mirándonos, de pena, llorará.
Catapulta
Lanza, siega.
Catapulta, al cielo henchido.
Llega tan lejos,
entre nubes que nadie halla.
Orquídea blanca,
franca, en un abismo herido,
no sabe donde
está, no exige; espera y calla.
Lanza, grita. Oh,
amor, amor que estallas…
Siembra en el
pecho semilla de madrugada.
Lanza, hunde,
derribadora impía de murallas
¿Quién maniobra
tu fuerte? ¿Quién aviva tus alas?
Lanza, vuela.
Gime, canta
Catapulta
olvidada de eras canas.
Tu gloria
destructora te han robado,
has muerto con la
luz de mil mañanas.
Arelys Bazán
García, Cuba 30 de Marzo 1994.
Ha publicado su
primer libro de poemas con la Editorial Voces de Hoy, Miami. Reside en
Pinecrest.
Publicado por Felix Anesio.