Buenos días!
Hoy tengo el gusto de comunicarles que en unas dos semanas sale de la imprenta mi poemario “La cosecha” editado por el sello Publicaciones Entre-Líneas, Miami.
Aquí les va una pequeña muestra que incluye tres poemas tomados al azar, así como un fragmento del prólogo realizado por el poeta cubano Arístides Vega Chapú.
Agradezco a varias personas que han hecho posible este poemario, así como al editor Pedro Pablo Pérez Santiesteban; y por supuesto, a ustedes, mis lectores, que han tenido la gentileza de ver y comentar mis posts en este blog, que como siempre digo, es el blog de todos!
Gracias!
“Más allá de escuelas literarias y grupos generacionales o circunstancias históricas que siempre están en la raíz de cada texto, estos poemas nos revelan un territorio espléndido en el que cada cual podrá imaginar un cielo o sembrar un árbol o levantar una casa”.
Fragmento del prólogo de Arístides Vega Chapú.
Temor
Hay una herida que no cierra
Hay un corazón que aún late
Hay un hombre
Dentro de otro hombre
Que sólo habita en sueños
Y que teme despertar
Sin el amor
Sin ti.
Otoño en Tennessee
“Two roads diverge
in a yellow wood”
R. Frost
Imágenes de Oro y Fuego
en mi memoria.
Y el vibrante recuerdo del aroma del viento.
De un camino sinuoso en la montaña.
Del sabor a vida de la leche más pura.
De este afán de ser indio para siempre.
De contemplarlo todo
como un niño.
Y el canto del arroyuelo bajando
apresurado
entre las piedras
hacia este día de hoy
dónde sólo anidan
las ausencias.
Yace en mi mano la hoja de arce
Oro y Fuego
antiguo atesorado en las páginas
de un álbum que evoca
estas memorias.
Sin advertir que para mí,
ya no habrán,
otros otoños.
Otra vez Narciso
Así el espejo averiguó callado…
J. Lezama Lima
Ni aún la timidez
adolescente,
ni el mítico
pudor, impiden admirar
tu propia
hermosura ante el espejo.
De frente, de
perfil, de frente,
de frente, de
perfil, de frente;
otra vez, tu dolor y tu delirio…
Mas ese rostro
amable del reflejo
se irá
desdibujando con el tiempo:
eso lo sabes; y a
eso le temes como
al destino mismo,
del cual nadie escapa.
¿Por qué no has
de amarte entonces,
impúdicamente, en
el instante
eterno de la luz,
que se derrama
sensual sobre tu
cuerpo en flor?
Nadie más,
Narciso, amará esa
imagen como tú.
Aunque no has de
saberlo
hasta el día en
que se quiebre,
en pedazos tu
ser.
a Chely Lima
Félix Anesio
Miami, Septiembre
2013.