… la poesía es siempre una ventana/ muchísimo más
grande que el paisaje, aarón garcía peña.
Hoy les presento a Aarón García Peña, un joven y laureado poeta español quien nos confiesa su interés en toda persona que priorice el cariño a tener siempre razón. Y esa declaración, ya de por sí, sería una excelente credencial, por el humanismo que de ella emana y que permea toda la poesía que hasta ahora conozco de él. Ya antes le expresé en un mensaje, que me había quedado prendado de ella, como si de momento no hubiera nada más digno de leerse en el ciberespacio, si acaso, algún otro poeta vivo que emocione y conmueva tanto como él.
Y así fue el preámbulo de una amistad virtual que hoy “toma cuerpo”, enaltece la razón, inspira, alegra los sentidos, y en fin, me conmina a publicar estos poemas que espero sean del agrado de todos ustedes, mis queridos amigos amantes de la poesía.
Sin más preámbulo, los dejo con los versos de Aarón García Peña quien ha tenido la delicadeza de permitirme esta publicación, y que os saluda desde el barrio de Hortaleza de Madrid, amablemente.
Gracias a todos,
Félix Anesio
Miami, Dic. 2012.
MI PROPIA PERDICIÓN
La falta de memoria es el peor
de todos mis obstáculos recientes.
Todo poeta pierde alguna vez
una idea sublime para un verso,
el lugar donde puso el adjetivo,
la palabra que tuvo que inventarse;
o descuida su nombre en cualquier párrafo
al lado de una imagen que ya existe.
La falta de memoria cambia el clima,
confunde a un asesino con un mártir,
hace creer al cura que es domingo
y al ateo que vive en democracia.
La falta de memoria es una joven
que sueña con besarme a cualquier precio.
Y aunque ahora comprendo mi pasado
no hay recuerdo capaz de consolarme.
Es tarde para ser alguien distinto.
(De "Cuidado, mancha")
EL ESPAÑOL AHORA
Vivo por una decisión política,
por una imprevisión de nueve meses,
y soy un español desde ese instante.
Ser español requiere un compromiso
que nadie ha descifrado hasta la fecha;
un español el tiempo suficiente
para saber que aquí lo más difícil
es no volverse loco hasta muy tarde.
Viviendo se conocen muchas cosas.
Algunas envejecen de repente
la forma de abrocharte la camisa.
Yo soy un español poquito a poco.
Después de trabajar durante años
logré que me tomaran por inútil.
No doy mi poesía en las tertulias
ni cedo la razón por convivencia.
Prefiero que la gente me interrumpa
leyendo endecasílabos ajenos
y no cruzarme nunca con un arma.
Uno las colas de los boquerones
las tardes que no sirvo para mucho,
y me llevo muy bien con los congéneres
que sueñan con mi muerte por contrato.
Aprendo cuanto puedo de mi abuela
ahora que la cuido de sí misma.
Entierro y desentierro diariamente
las ganas de cambiarme de trabajo,
los juegos que inventé cuando era niño,
el beso que olvidé sobre una rama.
Hoy sufro hasta que doy con la manera
de ser de otro país de vez en cuándo.
Yo soy un español como los otros:
aspiro a ser vulgar muy pocos días
y sólo me conforta equivocarme
si llego a fin de mes como un extraño.
Yo soy un español por prescripción
facultativa. Y España es como es:
a veces un paraguas que no abre,
a veces un invierno en la maleta.
He visto que en España la chapuza
es, más que tradición, su propia historia.
He visto a casi todas las familias
llevar diariamente sangre al banco.
Y he visto avergonzarse a quien se esfuerza.
Respetado español de los de ahora,
pasión sobreseída: ponte en pie
y vuelve a convencerte de ti mismo.
¿Cambiaste la salud por democracia?
Cayeron una noche tus idiomas
al último cajón de la mesilla
y apenas eres hoy un decimal
de un número tan largo como el odio.
Este país es toda una sorpresa:
con el sudor fatal de tu talento
te ganarás el hambre cualquier año.
Español, contagiosa incertidumbre,
mala hierba que crece en la península:
aprende a practicar tus convicciones,
aprende de la mar en el naufragio,
y a no ser español sino persona.
LA FLOR QUE TODOS MASTICAMOS (selección)
No se pregunten cuándo he decidido
dejar de convencerles de mis puntos
de vista. No declaro simpatía
por ninguna deidad de los primates
ni la virtud feroz de ser discreto
si en ello están de más mis opiniones.
No se pregunten más por mis ideas
y déjeme pensar que me equivoco
las veces que precisen mis amantes.
El mundo es más hermoso que unos cuántos
y pocos los poemas que lo entienden.
A veces es, incluso, como un niño
que pierde la razón durante el juego.
No se pregunten más que por ustedes
y déjenme callar sin condiciones.
Yo soy poeta como tantos otros
que nunca dan por bueno lo que escriben.
La poesía es siempre una ventana
muchísimo más grande que el paisaje.
Carezco de razón muy a menudo
mas sé lo que es mentira desde niño.
Desde que vine a España de puntillas
con todos los defectos de mis genes,
en los versos caídos por detrás
de la conciencia baso mis principios.
Me repugnan las cosas que están vivas
y, sin embargo, todo cuanto son
es la única verdad que no cuestiono.
No se imaginan cómo es de difícil
sobrevivir a todo lo que pienso.
A veces soy feliz como terapia.
No sueño con tener razón un día
ni me asusta el adulto que he de hacerme.
Planeo envejecer después de muerto.
Aarón García Peña, (Madrid, 1978)
Poeta
Obra publicada: "Cuidado, mancha" (2007), "Machado: vida y flamenco" (2007), "Dios y sus cómplices" (2009) y "Enciclopedia poética de España (Volumen 8): Barcelona en el universo más cercano al nuestro" (2011).
Otras publicaciones: "Tratado sobre la exégesis bíblica" (ensayo, 2005), "Cima expresiva de la palabra" (ensayo, 2006) y "Machado vida y flamenco" (teatro, 2007).
Presidente de la Agrupación de Retórica y Elocuencia del Ateneo de Madrid.
Profesor de la Escuela de Escritores de Madrid.
Presidente del Consejo Consultivo de la Fundación Internacional de Derechos Humanos.
Responsable de la categoría de Cultura en el Premio Nicolás Salmerón de Derechos Humanos.
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