Luis Alejandro Escudero nos cuenta que su poesía habla, en general, de la muerte, la miseria y la desesperación. Yo personalmente siento estos desgarradores poemas como un grito del alma por su liberación, una válida catarsis ante el agobio del tedio y la pobreza (… no dejes que me afeite las muñecas…), ante la injusticia social que ha creado este tipo de personajes enajenados en todas las latitudes, en este caso en nuestro hemisferio austral.
No soy un crítico literario, ni pretendo serlo, pero si debo expresar que esta poesía realista, naturalista si se quiere, poesía indispensable de nuestros tiempos, toca las más profundas fibras de la sensibilidad humana y nos hace lamentar que algo haya sido sepultado, definitivamente, en los potreros perdidos, junto a una casita de muñecas, aunque tanto el poeta, como yo, sabemos que hay un camino y un puente tendido a la esperanza.
Agradecido, felicito a Luis Alejandro por la gran fuerza expresiva de su lirica. Este blog se honra con esta nueva propuesta. Gracias a todos por su lectura.
No soy un crítico literario, ni pretendo serlo, pero si debo expresar que esta poesía realista, naturalista si se quiere, poesía indispensable de nuestros tiempos, toca las más profundas fibras de la sensibilidad humana y nos hace lamentar que algo haya sido sepultado, definitivamente, en los potreros perdidos, junto a una casita de muñecas, aunque tanto el poeta, como yo, sabemos que hay un camino y un puente tendido a la esperanza.
Agradecido, felicito a Luis Alejandro por la gran fuerza expresiva de su lirica. Este blog se honra con esta nueva propuesta. Gracias a todos por su lectura.
CANDIL SOBRE LOS POTREROS
I
Busco mi amor en los potreros
-Yo, la prosti por dos lucas-,
El hedor de las bestias descompuestas,
Las balas fugaces y las que me hieren,
El vidrio molido a pata pelada,
La noche desierta en el ombligo eyaculado.
Bésame que el mundo es nuestra mediagua,
La luna que lame las sábanas tiesas,
Las garrapatas incrustadas en nuestras pelvis.
Bésame que el viaje es hacia la desnudez y la enfermedad,
Hacia el pensamiento sin migajas,
Hacia nuestro nicho pestilente:
La calavera rota de mi amor en los potreros.
II
Soy la madre de los potreros:
Mi cara constelada ilumina sus surcos,
Mi boca pastabasera te ladra en la noche,
Bajo la nieve inmóvil de los cielos.
No dejes que me afeite las muñecas,
Ni corras detrás de otras tumbas.
Vamos, prostitúyete conmigo.
III
Ni con sesenta puñaladas
He olvidado el útero que te sostuvo,
El beso elástico que me parió sin horóscopos
Y que sepulté en los potreros perdidos
Junto a mi casita de muñecas.
Las lágrimas inseminando la maleza,
El aire violándome en la noche sin madre.
Luis Alejandro Escudero, 31 años, Santiago de Chile.Estudió Comunicación Gráfica Publicitaria, en la Universidad de Aconcagua, Stgo. de Chile. Escribe desde los 12 años. Es autodidacta.
Nota: Copyright del texto y la foto.
bienvenida la nueva poesia de este autor chileno. gracias.
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ResponderEliminarTe invito a mi blog:
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