una feliz coincidencia: “janis, la desmesura perfecta” de
manuel lozano y “elegía” de félix anesio…
Los motivos
de inspiración de la poesía a veces muestran felices coincidencias; felices por
congruentes; felices a pesar de los tiempos de vida de cada poeta y su
geografía; felices por felices… He tenido la suerte de conversar esta tarde con
el poeta, escritor, ensayista y profesor argentino Manuel Lozano, cuyo
curriculum es difícil de atrapar al sesgo, por la intensidad y esplendor de su
obra y vida literaria.
Me puse a
revisar parte de sus escritos en su página www.elorodelostigres.com.ar y sus notas
de facebook, y vaya feliz coincidencia: ambos hemos escrito un poema dedicado a
Janis Joplin, la perla del rock.
Esta suerte
de felicidad en la convergencia, el espíritu del genio de Joplin, y el vago
azar, me compulsan a entregarles este post que espero sea de su agrado.
Un abrazo a
todos! Feliz tarde!
JANIS, LA DESMESURA PERFECTA
Un crespón
de sol candente se revuelca en la garganta.
Nadie te
condena el dolor.
Hasta los
muertos lloran tu corazón encendido
en esta caja
negra donde duermes, criatura encantada,
anillos y
almizcle
y el leve
aroma de lirios para los veintisiete años.
¿Quién te
trajo hasta aquí?
¿Qué máquina
de infierno dijo:
"-Hermana,
la puerta de hierro se ha cerrado.
Lograste
entrar."
Algo
succiona mi cuerpo en este viaje.
Nado y
desenhebro relámpagos.
Arrastro los
jirones roncos de la canción por el vuelo.
Janis Lyn
Joplin, soy mi propio oráculo.
Janis Lyn
Joplin, ampárame en el lamento sumergido de tu raza.
Janis Lyn
Joplin, grítame en un ahogo
la desmesura
perfecta.
Manuel
Lozano
California,
2000
Elegía
… a Janis, Elis y Edith.
Hiere verla cantar bajo las frías luces del estudio
ajenas a la calidez de su presencia; a la inmanente
luz
de su alma grande, y frágil, y de niña vulnerable
que cuenta sus dedos otra vez, desesperada.
La otra hace volar sus prodigiosas manos como
miles de palomas blancas flotando en el aire
enrarecido
del Olympia; cayendo en un éxtasis que escapa a lo
humano, y que tal vez un día comprenderemos.
Pimentinha, al sur del mundo, enamorándose de las
Aguas de Marzo que la arrastran furiosas e implacables;
toda música, ella misma, dueña de la música, ella
misma
y que Dios nos concedió benevolente y sin reparos,
porque así estuvo escrito, desde siempre, en la
Palabra.
Se han marchado lejos, muy lejos; reposan donde mora
el eco.
Ahora son etéreas; nada las alcanza, sólo acaso una
plegaria
que consuele este terrible silencio de orfandad que
nos deja ya
sin luces,
sin
ritmos,
sin aplausos
y sin cantos.
La otra no ha cantado aún, y ya se muere…
Félix Anesio, Miami 2012.
Ps. Gracias
a Manuel Lozano por su generosidad.
youtube video
No hay comentarios:
Publicar un comentario