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Agradezco a la Directora de la revista Linden Lane Magazine, Belkis Cuza Male por haber publicado mi cuento “Susan Parodan” que espero les guste a todos. Ha sido un gran honor estar en esa prestigiosa revista junto a Daina Chaviano, Aristide, Elena Montes de Oca, Felix Luis Viera, Alina Galliano, Ena “Lapitu” Columbie y otros escritores que aprecio, asi como a los disenadores graficos y editores en general. Muchas gracias.
Magazine Linden Lane Magazine | Issue Vol 29 No. 4 Winter 2010
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Cuban literature & art: Aristide, Daína Chaviano, Alina Galliano, Elena Montes de Oca, Félix Luis Viera, Baltasar S. Martín, Armando de Armas, Raúl Eduardo Chao, Félix Anesio, Ena Lapitu Columbie.
A continuacion un fragmento de Susan Parodan:
"Hay un tramo de tierra, de varios kilómetros de extensión, que corre paralelamente a una autopista cercana, donde sobresalen escuálidos, deformes y cenicientos troncos de árboles a ambos lados de los autos que pasan vertiginosamente. Esta tierra no tuvo siempre tan horrendo aspecto: la tormenta la hizo así. Kilómetros y kilómetros de pálida y mórbida fealdad emergen a lo largo del trayecto, mientras nadie desea echarles siquiera una simple mirada. Esta tierra está marchita, diría yo, erosionada por la vesanía del viento, la lluvia, el trueno y el tiempo.
Era el veintitrés de agosto de 1992. Todas las ventanas en la ciudad habían sido tapiadas, las puertas selladas, los refrigeradores repletos, las veladoras listas, innumerables cerillas y encendedores en todas las gavetas, las baterías colocadas en los fustes de las linternas amarillas, las latas cruzadas con abridores, los radios portátiles convenientemente dispuestos en las salas; hijos e hijas y madres y padres sentados rígidamente, como cuerpos momificados, frente a las pantallas de los televi-sores; el ojo se apostaba cada vez más y más cerca, mientras las casas semejaban las sombrías barracas de un inmenso campamento sitiado.
Era un poco antes de las 4:30 de la tarde. El cielo lucía aún radiante, bajo una especie de dorada perspicacia; pequeñas nubes calaban el cielo y algunas aves dispersas emprendían su precipitada partida hacia el Norte. El desastre era inminente, y el cielo no lo traicionó..."
Copyright 2010. Felix Anesio